Casi un millón de trabajadores, en su mayoría mujeres, están
excluidos de las leyes y beneficios que amparan al universo de la población
económicamente activa, debido a las políticas neoliberales y de flexibilización
laboral, dictadas veinte años atrás.
La brecha de la desigualdad se agudiza para los sectores
laborales de la agroindustria, conserveras de pescado y trabajadoras del hogar,
quienes perciben salarios inferiores al mínimo vital, no tienen derecho al seguro
de salud, ni a treinta días de vacaciones anuales, ni a compensación por tiempo
de servicios y, en muchos casos, ni siquiera les son respetados sus derechos
humanos.
El 2012 está a vuelta de página de almanaque y con él
emergen los balances y las célebres promesas.
Para que en el nuevo año la inclusión, justicia e igualdad tengan menos
de solemnidad y más de posibilidad, se
ha dado inicio a la
Campaña Trabajo Digno para las trabajadoras de sectores
feminizados, cuyo objetivo central es demandar el respeto a los derechos
laborales, económicos y humanos de las mujeres, particularmente de los sectores
que se encuentran bajo régimen especial,
porque el trabajo digno es un derecho, no un privilegio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario